El bogavante es un marisco que se reconoce rápidamente por sus grandes pinzas delanteras que siempre estarán sujetas con una goma ancha, cuando esté vivo.
Para cortar el bogavante vivo en trozos mételo antes una hora en el congelador, ya que así se adormecerá y no te dará tanta grima cortarlo. Las pinzas delanteras estarán atadas así que elimina con cuidado la goma y hazlo después de haberlo cortado, de lo contrario, te pueden hacer daño.
Si lo vas a degustar cocido, lo harás sumergiéndolo en agua hirviendo con sal (35 g. por litro de agua). Cuando recupere el hervor cuenta unos doce minutos. Una vez cocido pásalo a un gran recipiente con hielo donde quepa el bogavante para que se enfríe rápidamente y la carne de la cola quede muy firme. Una vez frío lo servirás cortado por la mitad y las pinzas delanteras las cascarás con el utensilio adecuado para que se pueda degustar con facilidad, quitando solo los trozos de caparazón. La cola se consume con mucha facilidad una vez que la presentas cortada a lo largo.
Uno de los platos más ensalzados es el arroz con bogavante.
Aporta 91 calorías por cada 100 g.