Sacacorchos:

Extraer el corcho de una botella limpiamente no es tarea fácil es muchas ocasiones y menos en vinos que han dormido varios años en la bodega. Aunque en teoría el corcho debería permanecer práctiamente inalterable la verdad es que no siempre es así. En el mercado hay varias clases de destornilladores, algunos muy sencillos y otros que sólo son indicados para especialistas por lo complicado de su manejo o muy profesionales ,porque aún siendo muy sencillos en su forma, hay que tener mucha pericia para extraer el corcho casi a pulso y sin mover la botella. Mariposa: es el más asequible a todos por lo fácil de utilizar tanto para introducir el tirabuzón en el corcho como sobre todo para extraerlo. Es fundamental que el tirabuzón esté perfectamente recto siempre. Común: es el que está formado por el tirabuzón y un mango de madera. Este supone un gran esfuerzo, no tanto para introducir el tirabuzón en la botella, como para extraer el corcho que hay que hacerlo a pulso. Camarero: como indica su palabra es de profesional. Su diseño es muy sencillo, un tirabuzón sujeto a un soporte y otro soporte más que se apoya en la boca de la botella , una vez introducido el tirabuzón en el corcho, se hace fuerza con maña y pulso y se extrae el corcho. Doble rosca: son muy prácticos y fáciles de utilizar. Se encaja en el cuello de la botella y tiene un primer mecanismo con el que se introduce el tirabuzón en el corcho y otro segundo que gira en sentido contrario y extrae el corcho. Los había de amera de boj pero también metálicos en la actualidad. Screwpull: aparentemente tiene un diseño complicado pero en definitiva es girar el soporte para introducir el tirabuzón en el corcho y se sigue girando hasta que sale. Los hay también con resorte o palanca para extrae el corcho con más facilidad aún. Sacacorchos de aire: permite extraer los corchos rápidamente evitando que se rompa o que caigan trozos en el interior de la botella. Su característica más peculiar es que tiene una aguja en ángulo recto con respecto al cilindro.