Licores de frutas:
La elaboración de bebidas alcohólicas por fermentación de cereales se remonta a la época de los egipcios e incluso a los sumerios. Era una especie de cerveza, que con el transcurso de los siglos, ha ido evolucionando hasta nuestros días cnviertiéndose en una de las bebidas más consumidas en todo el mundo.
Cuando los españoles llegaron a América se encontraron con que los indígenas elaboraban la chicha, a partir de maíz fermentado y otras bebidas a partir de fermentación de frutas.
Los árabes elaboraban numerosas clases de "vinos" que eran realmente licores procedentes de la fermentación de hojas, frutas como la granada y la lima, plantas como la melisa o flores como la azucena, sin dejar en el olvido, las uvas o los dátiles.
Esta tradición se ha ido alargando en el tiempo y en España se elaboran exquisitos licores caseros. Se pueden hacer de frutas, bayas o de café. Las frutas tendrán que estar maduras pero sanas y sin mataduras. Las de tamaño pequeño se limpiarán y se secarán (a las fresas se les quita el tallo, a las grosellas los rabitos y las frambuesas se limpirarán con un paño suave y húmedo, ya que si se lavan pierden mucho su aroma. Las frutas como las ciruelas (verdes, amarillas o rojas), las guindas y lascerezas, se les clavará una aguja por varios sitios para facilitar la salida de su sabor). Las frutas de tamaño grande, se pelarán y se cortarán en trozos. Las naranjas , mandarinas y limones, se lavarán cepillando la piel bajo el chorro del agua fría. Para hacer el licor de cítricos hay varias opciones: se pueden poner los cítricos enteros; quitar la piel poniéndola en el tarro o rallando la piel y la pulpa se mantendrá entera, según queda después de quitarle la piel, o cortándola en trozos o haciendo zumo.
Estas frutas se pondrán a macerar en aguardiente de orujo de 40ºa 45º de graduación alcohólica y con azúcar. Básicamente esta es la fórmula que se puede utilizar. En un tarro de cristal grande, de boca ancha y con cierre hermético se coloca la fruta y se cubre con aguardiente de orujo y se agrega el azúcar.( Por cada litro de aguardiente de orujo, trescientos gramos de fruta y un cuarto de kilo de azúcar.)Se cierra el tarro, se etiqueta y se conservará en un sitio fresco, seco y oscuro. Conviene tenerlo varios meses, y al principio se moverá el tarro dos veces al día hasta comprobar que el azúcar se ha disuelto.
Esta fórmula básica se puede alterar agregando vino blanco, un palito de canela, unos clavos de olor, anís dulce seco, cáscara de cítricos (cuando el licor que se vaya a a hacer no sea de cítricos), brandy, guisqui... La gracia de las elaboraciones caseras está en personalizar los licores, y apuntar en un cuaderno las diferentes fórmulas que se van haciendo. Cuando no se sepa bien que fórmula gusta más, lo ideal será hacer pequeñas cantidades, en diferentes tarros, numerarlos y apuntar el contenido de cada uno de ellos con las medidas exactas de los ingredientes .
Transcurrido el tiempo de maceración de las frutas en el aguardiente, se filtra pasándolo por un embudo de papel de los que se utilizan para hacer café. Se embotella y se etiqueta y se deja una semana al menos antes de consumirlo. A este licor se le puede agregar almíbar, o almíbar y anís. El almíbar se hará cociendo azúcar de cuadradillo con agua, en una proporción de un litro de agua , cuatrocientos gramos de azúcar. Se cocerá hasta que haga punto de hebra fino. Una vez frío , se filtra con un embudo de papel y sobre este almíbar se vierte el aguardiente de frutas. Se embotella y se etiqueta. Para un litro de aguardiente de frutas se agregará medio litro de almíbar. Lóficamente si el licor gusta más suave o más dulce, el aguardiente de frutas se mezclará con más cantidad de almíbar y éste se hará con más cantidad de azúcar.
Estos licores se servirán fríos, en vasitos fríos y si se quiere rebajar su graduación alcohólica tomarlo con un cubito de hielo.Hay quien gusta tomarlo a temperatura ambiente con el vasito helado.
Bebidas espirituosas.-
En España existen una serie de bebidas con diferentes Denominaciones:
Chinchón. (D. Geográfica): es una bebida que se elabora mediante la destilación en alambiuqe de cobre de matalahuva, matalahuga o anís verde. El producto obtenido del destilado, constituye la base para la elaboración de distintos tipos y clases de anís de Chinchón: seco especial, extra-seco, seco y dulce.
Orujo de Galicia. (D. Específica): esta bebida proviene de la destilación de bagazos u orujos resultantes, conservados y destilados según las condiciones tradicionales de elaboración.
Pacharán Navarro (D. Específica): es una bebida que se obtiene a partir de la maceración en alcochol de endrinas o pacharanes, durante un mínimo de un mes y un máximo de ocho meses , con adición de aceites esenciales naturales de anís.
Palo de Mallorca (D.Geográfica): es un licor elaborado mediante la maceración de quina y genciana es una mezcla hidroalcohólica de alcohol etílico natural de origen agrícola. También se puede obtener por infusión de la quina y genciana en agua y adición posterior del alcohol hasta obtener la graduación requerida (entre 25º y 36º).Una vez terminada la infusión o la maceración y ya decantada, se le añade una disolución acuosa de sacarosa y azúcar caramelizado.
Orujo de Liébana (D. de Calidad): esta bebida se obtiene a partir de uva fermentada en las tradicionales alquitaras de Liébana, realizándose la destilación en presencia de los propios orujos, al menos en un 86% de su volúmen. Se comercializa en botellas de vidrio o de barro con una capacidad de hasta tres litros.
Ratafía Catalana (D. de Calidad): esta bebida espirituosa se elabora básicamente, con nueces verdes, aunque su sabor puede completarse con diversas plantas aromáticas. La maceración hiroalcohólica, será de un mínimo de dos meses. Una vez maceradas las nueces, se decanta el líquido obtenido, agregando azúcar, alcohol y agua potable hasta obtener la graduación alcohólica conveniente. El producto elaborado se somete a un envejecimiento durante un mínimo de tres meses en recipientes de madera. Hay dos clases de ratafía: la catalana (entre 26º y 29º) y la catalana ligera (menos de 23º).
TRUCOS Y CONSEJOS
o Las fresas, frambuesas y grosellas maceradas en aguardiente, una vez que ya se ha embotellado el licor, se conservarán cubiertas con un poco de aguardiente y se aprovecharán para acompañar helados y sorbetes .
o Cuando se haga un helado de fruta fresca agregar una cuarta parte de fruta macerada en aguardiente hecha puré. Lógicamente podrá ser de la misma clase o mezclar dos sabores diferentes.
o Si se tienen ciruelas en aguardiente, agregar cinco o seis a un pollo asado en cazuela o al horno. Esto mismo se puede hacer cuando se prepare caza estofada o en salsa cazadora.
o El licor de frutas es un buen aromatizante de macedonias o frutas grandes como el melón o la piña.
o Para emborrachar bizcochos se puede utilizar licor de frutas, aunque en este caso convendrá rebajarlo con más almíbar para que esté más suave.
o Las frutas pequeñas maceradas en aguardiente, como las ciruelas, las guindas o las cerezas, se pueden bañar con chocolate. Para ello, se escurrirán las frutas sobre papel absorbente. Se deshace al baño maría chocolate sin leche y cuando esté disuelto se van bañando en el chocolate las frutas y se colocan encima de una superficie untada con aceite de semillas. Una vez que el chocolate esté cuajado se colocan en cápsulitas de papel.
o El licor de café es uno de los más agradables y solicitados. Para hacerlo mezclar un cuarto de litro de café recién hecho y muy cargado, 300 gramos de azúcar, un palo de canela, unos cuantos granos de café natural y un litro de aguardiente. Dejar macerar dos meses en un tarro de cristal cerrado herméticamente. A los dos meses filtrar con un embudo de papel de cafetera y dejar una semana en la botella antes de consumirlo.
o Hay que aprovechar la llegada de la primavera y la variedad de frutas que ésta tare consigo y elaborar licores. Es un detalle para regalo muy bonito. Envasar los licores en botellas de formas bonitas, con etiquetas decoradas.