El huevo simboliza desde la Antigüedad la eternidad aunque también, dada su forma ovalada, representaba la “inconstancia de la suerte”. El simbolismo de la eternidad, se puede entender de dos maneras diferentes; una de resurgir a la vida y otra en el momento de la muerte.
Para los rabinos, el huevo por su forma cerrada, simbolizaba el silencio que debe guardar las personas que pierden a un ser querido y que no deben lamentarse por la voluntad divina. Así la primera semana desde que ha fallecido un ser querido, los familiares comerán pescado cocido, huevos duros, verduras, frutas, aceitunas y hortalizas, e incluso los más rigurosos sólo se alimentaban de ovolácteos (huevos y leche y derivados), estando terminantemente prohibida la carne.
En otras culturas también los huevos tenían su símbolo y eran siempre de vida y fertilidad.
Después de estos dos simbolismos de silencio y dolor, el regalarlos en Pascua, es justo lo contrario , de alegría , esperanza y vida. En Rusia, Polonia y otros países del Este, los cristianos celebran la Resurrección de Cristo con los huevos pintados. Se regalan a amigos y familiares.
En España la tradición son los huevos de Pascua de chocolate y que suelen ser los padrinos de bautizo quienes los regalan a sus ahijados. También son símbolo de alegría y de resurrección. A la vez que los huevos de Pascua también las monas de Pascua, hechas de chocolate y que representan castillos, casas, granjas..., forman parte de la dulce simbología de estas fechas.