Hornazo:

La importancia del pan como ofrenda ritual se remonta a los griegos. Su diosa de la tierra y de los cereales era Démeter. Fue la que amasó el primer pan que se consumió en el Olimpo y, como gratitud por haber descubierto las posibilidades de los granos de los cereales, los griegos le ofrecían una pequeña parte de sus primeras cosechas e incluso panes elaborados.

Los romanos hacían algo parecido con  Ceres su diosa de la vegetación y de los cereales, a la que grupos de doncellas le ofrecían los panes que llevaban en cestos sobre sus cabezas, así como cera y miel.

Los hornazos son esos bollos redondos que aparecen con un huevo, o con tiras de masa cruzada por encima del mismo. Caro Baroja , famoso y prestigioso etnógrafo, cree que la palabra hornazo deriva del latín fornaceus  y que, por tanto su origen es pagano.  Eran típicos del día que  coincide con San Marcos. Este día es el que separa el final del invierno  y el comienzo del estío, es decir, las dos partes o fases en las que antiguamente estaba dividido el año, sobre todo de cara a la agricultura.

Esta teoría se refuerza , además, con el significado del huevo, que representa la creación y se liga a la Pascua, por ser la época en la que más o menos – según el año- empieza o está a punto de hacerlo la primavera, cuando la naturaleza estalla en mil colores y brinda frutos de todo tipo. El huevo también representa la inmortalidad, pues ha aparecido representado en tumbas anteriores a las civilizaciones clásicas.

En España estos hornazos no siempre son redondos, sino que adoptan forma de animales y otras formas más o menos geométricas. Famosos son los ramos que se elaboran en muchas localidades para ofrecer a la Virgen el día de su fiesta. Cada localidad tiene su día y su virgen. Por lo general, se utiliza la rama de un árbol como soporte, donde se cuelgan roscas de pan y roscas dulce que se adornan con cintas y otros elementos.

Dentro de esta familia de los hornazos se pueden incluir el bollu preñau asturiano, bollo de pan que se rellena de chorizo; y otras masas de pan que adoptan formas de santos o de los animales que estos santos protegen, y que se cuecen con rellenos de carnes y embutidos.