Conocida por egipcios y griegos es una planta espontánea de la zona mediterránea. También conocida con el nombre de endibia, no confundir con endivia (tienen ambas hortalizas un punto en común en el sabor ligeramente amargo), se utilizó como planta medicinal hasta el siglo XVI.
Propiedades nutritivas: fibra, calcio, hierro, sodio y fósforo. Vitaminas A y C. Es depurativa y diurética. Aporta sólo 14 calorías por cada 100 g.
Compra. Hay dos variedades: la que tiene la hoja muy rizada que es más amarga, que la que se conoce también con el nombre de endibia, que tiene las hojas más ancha y es un poco menos amarga. Su temporada natural es con la llegada del frío, es decir a partir de mediados de noviembre, aunque se pueden encontrar ya casi todo el año en los mercados.
Su aspecto será abierto y expandidas las hojas exteriores y el cogollo muy firme y cerrado. Las hojas exteriores son de un verde brillante y el cogollo con tonos amarillos y blancos.
Preparación: las hojas exteriores suelen ser muy duras, así que las puedes cocer como una verdura normal, e incluso mezcladas con otras verduras y preparar un puré o crema de verduras.
El cogollo de la escarola se preparará en ensalada, pero dado el sabor amargo (más o menos marcado) , el aliño será de sal y aceite de oliva virgen extra. Un consejo es untar con medio ajo las paredes de la ensaladera y eliminas el ajo. A continuación colocas la escarola lavada, seca y cortada en trozos pequeños y la aliñas con sal y aceite de oliva virgen extra. No es aconsejable el vinagre. Si te gusta, utiliza un poco de vinagre de miel o de frambuesa.
A la escarola en ensalada le puedes poner granos de granada o gajos de mandarina.