RECIBIR EN CASA

Anfitrión

Persona que tiene convidados a su mesa. Así define Julio Casares el término anfitrión en su Diccionario ideológico de la Lengua Española. Y siguiendo con el rastreo, convidado es la persona que recibe un convite, esto es, que recibe una invitación para convidar. Casares define el término convidar, como rogar a una persona a otra que le acompañe a comer, beber, recrearse, etc.

 

El talante del anfitrión debe de ser siempre acogedor, generoso, detallista y siempre procurar que la persona o personas invitadas se sientan a gusto en todo momento.

 

Algunas cuestiones generales a tener en cuenta por el anfitrión o anfitriona son:

 

-  Invita al número de personas justas para que estén cómodas; tanto sí la comida o cena va a ser sentados alrededor de una mesa como si es un bufé.

 

- Cuando realices la invitación, que siempre harás por teléfono hablando personalmente , es decir, evitarás mensajes y/o correos electrónicos que al final resultan fríos. Siempre hay que informar quienes son el resto de invitados y el cariz de la invitación, (formal, informal…) y el motivo de la misma, que puede ser desde una simple reunión de amigos hasta la celebración de un cumpleaños.  Este tipo de información, ayudará a los invitados a ubicarse y saber a qué tipo de evento van a acudir.

 

- Recibir vestido y arreglado acorde con la hora y el tipo de invitación. No es lo mismo una cena formal que una comida de verano al aire libre. Nunca hacer ostentación gratuita e innecesaria y que puede suponer que algún invitado se sienta incómodo. La sencillez siempre gana, y no debe ser sinónimo de desaliño.

 

- La anfitriona deberá tener un aspecto impecable. Bien peinada y arreglada y jamás mostrar signos externos ni de cansancio ni de agobio. Tampoco hacer comentarios, como estoy agotada; no paro en todo el día; he encargado la cena a x porque no tengo tiempo de nada…Cualquier expresión de este tipo hace que los invitados, por muy de confianza que sean, se sientan mal.

 

- Cuando sea una pareja la que recibe en casa, se dividirán a priori las tareas de atención a sus invitados.

 

- Se tendrá todo preparado para cuando lleguen los invitados; no dar sensación de improvisación.

 

 

 

-  En el momento de elaborar el menú, además de tener en cuenta la temporada del año; lo formal o informal del evento; el presupuesto; si va a ser sentados en mesa o bufé; muy importante es si vas a tener ayuda en la cocina para el montaje de platos ; cocinar alimentos de última hora, calentar, colocar en fuentes…en fin. Hay que medir las fuerzas y sobre todo que no se puede estar en la mesa y en la cocina a la vez. Una invitación a tu casa no tiene que suponer un estado de estrés y cansancio; debes de disfrutar tanto como tus invitados.

 

- Cuida los detalles y prepara de antemano todo aquello que parece secundario pero que es muy importante; vasos altos, vasos bajos, juego de café; infusiones; copas de licor; hielo; servilletitas para el aperitivo y el café; velas para el humo por si hay fumadores entre los invitados, en fin, todo aquello para evitar agobios y paseos innecesarios.

 

 

- Procura elaborar tú los platos de la comida o cena, es una forma de demostrar afecto y que has puesto tu tiempo y tu interés en agradarles. Muchas veces más que lo que pones en la mesa, es como lo presentas y el cariño con que lo has preparado. No es cuestión de dinero. Una vez más, hay que decir que la grandeza reside en la sencillez.

 

 

 

-  Cuando pienses el menú evita poner frutas sin pelar, sino que las puedes servir ya cortadas: (macedonia, melón relleno, brochetas de frutas con salsa de chocolate caliente, frutas tropicales preparadas para tomar,…); mariscos sin pelar; pescados con espinas o complicados de limpiar… si no conoces los gustos de tus invitados, evita preparar platos muy exóticos o con ingredientes no conocidos. Con lo habitual se pueden hacer platos excelentes con algún detalle original.

 

- Si la cena o comida es de índole familiar y las hermanas/os, cuñadas/os y suegras/os se ofrecen a colaborar y llevar algo, estupendo, pero entonces deberás de organizar con buenos modos las aportaciones y también la cantidad. No te puedes juntar con seis postres, por ejemplo. Según lo que te ofrezcan, reparte juego de manera que no haya repeticiones.

- Si la invitación es para adolescentes y tus hijos van a ser los anfitriones, enséñales que ellos también tienen que ser buenos anfitriones, y que las buenas maneras deben de ser importantes. No por ser adolescentes hay que caer en la zafiedad o la dejadez. Enséñales a preparar algún plato sencillo, colocación de vasos, organización previa. Estas cuestiones también forman parte de su aprendizaje y madurez como personas.

 

Los invitados llegan a casa.

- Cuando lleguen los invitados se les recogerá abrigos, bufandas, paragüas…

- Si los invitados traen algún detalle, se abrirá cuando estén sentados en el tiempo previo a la cena.

   - Si son flores se colocarán en un jarrón y se hará el honor de ponerlas en un lugar que se vean. Si la cena es muy formal, las flores se enviarán al domicilio el mismo día con una tarjeta.

   - Si son bombones se quitará el envoltorio y la caja se abrirá a la hora del café ofreciendo a todos los invitados. Es un detalle horrible guardarla y no ofrecer los bombones a los invitados.

   - Si es una botella de vino, dependerá de la confianza, porque por lo general ya se tiene previsto el vino para servir y una botella puede ser escasa cuando el número de invitados es seis o superior. En todo caso se puede ofrecer para el aperitivo o agradecer el regalo y decirle al invitado en cuestión algo así como este vino se merece otra cena; o cualquier otra frase que indique el agradecimiento.

 

Actitud durante la reunión.

 

- Jamás debes de ponerte a recoger la cocina cuando tienes invitados. Si tienes posibilidad de tener ayuda para servir y en la cocina, perfecto, pero como no siempre es así, coloca en la cocina de la mejor manera posible lo que vayas llevando de la mesa, pero nada más. No te ausentes de la mesa, más allá de tiempo justo.

- Estate pendiente de que todos los invitados estén a gusto y que nadie se sienta desplazado. Los grupos de invitados tienen que tener entre ellos algún punto de conexión, aunque llegado el caso, no se conozcan entre ellos. Si fuera así, haz las presentaciones correspondientes de forma inmediata.

- En general, hablar de enfermedades en una cena o comida no es nada recomendable. Tampoco lo es, hablar de dinero. En la medida que se pueda los anfitriones no abundarán en ese tipo de temas.

- Sí en alguna ocasión, un invitado o invitada comete la torpeza de que cuando está tomando un plato hace referencia a que ese mismo plato, que tus has preparado,  su madre o su tía lo "borda" o en no se sabe dónde lo comió y estaba maravilloso , el anfitrión o anfitriona sonreirá sin más.

- Si te alaban la comida que has preparado, das las gracias sin más, pero no te extiendas en dar la receta, lo complicada que es y regodearte en explicar los avatares de cómo la has preparado y, mucho menos, dejar entrever que los ingredientes son de muy buena calidad y muy caros. ¡Horrible!.

- Hay que ser generoso en las cantidades y no poner la comida contada. Si sobra, se come al día siguiente, pero la racanería, que es mucho más habitual de lo que sería deseable, es un detalle muy feo. Si no puedes hacer las cosas bien, no invites a nadie a tu casa.