MEDIANA Y TERCERA EDAD

Traspasada la juventud hasta la llamada tercera edad (a partir de los 65 años) se ha pasado por toda una etapa , que se suele llamar mediana edad. Poner números es complicado, ya que por ejemplo, tener treinta y cinco años es ser muy joven, pero esos años no están incluidos en el apartado de “gente joven”, aunque indudablemente lo son.

tercera edad

 

 

Se sigue estando en plenitud de facultades físicas y mentales, tanto hombres como mujeres,  y el tipo de vida y alimentación será la básica: ejercicio diario, alimentación equilibrada tomando como patrón de la dieta  mediterránea y estar activos tanto física como mentalmente.

Ya a partir de los 45-50 años hay que incidir, sobre todo las mujeres, en cuidar mucho la alimentación, eliminando las grasas de la dieta e incidir con mucha disciplina en el ejercicio diario. Es la antesala de la menopausia, época en la que se producirán unos cambios hormonales importantes y que en muchos casos incidirá en el estado de ánimo. Hay que mantener las revisiones ginecológicas anuales y se empezarán a realizar densitometrías para la valoración del estado del esqueleto, ya que la descalcificación y por lo tanto las osteopenias y osteoporosis son muy frecuentes.

Curiosamente, y aunque parezca una contradicción con lo escrito anteriormente, las mujeres son madres, en este siglo XXI, y algunas por primera vez, superados los 40-45 años. Esto quiere decir que a los 60 años tienen hijos adolescentes, por lo que, indudablemente, esta circunstancias hace que son mujeres y también hombres, casi al borde de alcanzar lo que se considera tercera edad, pero que tienen unas obligaciones familiares y un tipo de vida igual que los que tienen 30 años. Su aspecto físico suele ser muy juvenil y “no aparentan” la edad que tienen, pero el paso del tiempo es el paso del tiempo, y el organismo así lo sufre. Aunque hay que reseñar que el estado de ánimo y la forma de encarar la vida, también influye mucho en el buen estado de salud.

En el caso de los hombres también deberán mantener la disciplina diaria de hacer ejercicio físico y mantener una alimentación adecuada. A partir de los 50 años, aunque no hay ningún síntoma anómalo, deberán acudir a una revisión urológica.

 

Tercera edad.

                En el caso de la tercera edad, es muy difícil generalizar; ya que hay personas con 70 años que están estupendamente, física y psicológicamente y en cambio hay otras que sufren un deterioro físico importante y no digamos ya, los que sufren enfermedades mentales tan terribles como la demencia senil o la casi epidémica Alzheimer. Pero en general y por el lógico e inexorable paso del tiempo en el organismo del ser humano se producen los siguientes cambios al llegar a lo que se considera tercera edad, tasada en los 65 años:

1)      Se produce una pérdida progresiva, más o menos lenta, de la funcionalidad de todos los sistemas orgánicos.

2)      Hay una ligera degradación de la síntesis proteica; es decir no repone o no absorbe en su totalidad las proteínas que ingieren.

3)      Se produce una pérdida progresiva de las reservas grasas, de proteína y de minerales en los huesos.

4)      Menor capacidad para luchar contra los agentes patógenos.

5)      El sistema nervioso pierde progresivamente sus funciones, que cuando se da alguna enfermedad degenerativa como la demencia o el Alzheimer este deterioro nervioso se acelera. Las neuronas destruidas ya no se reponen. Cuando se produce alguna de esas enfermedades degenerativas de forma prematura, en muchos casos, antes de los cincuenta años, el deterioro físico es también prematuro y muy llamativo.

Como consecuencia de estas premisas generales la alimentación en la tercera edad deberá combatir las carencias que se producen. Así:

1)        Aporte de proteínas de alto valor biológico.

2)      El aporte energético deberá ser moderado, aunque dependerá del tipo de vida que se haga y de la salud física y mental.

3)        Aporte muy alto de minerales y vitaminas.

4)      Dieta muy variada y habrá que vigilar muy de cerca las conductas alimentarias que se suelen dar: hambre voraz o inapetencia e incluso desprecio por la comida.

5)      Los ancianos que viven solos y sin que nadie les controle lo que comen, presentan anemia y en muchos casos un estado de semideshidratación.

6)      En la tercera edad hay  que controlar la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto. Así que hay máximas que se tienen que aplicar a la comida para este grupo de personas: poca sal o ninguna; el azúcar  y las grasas deberán ser eliminadas de la dieta.

7)      Cuando la tercera edad ya es avanzada, hablamos de ochenta años en adelante, e incluso antes, se produce el efecto de que no quieren masticar o les cuesta hacerlo. En estos casos habrá que recurrir a los purés: con una base de verduras o de legumbres, se introducirá pescado o carne blanca o carne roja, todo muy bien triturado con el añadido de una cucharada de aceite de oliva virgen extra crudo justo antes de servirlo.

8)      Las frutas las tomarán crudas, pero preparadas en macedonia, es decir, ya peladas y cortadas en trocitos es lo mejor, ya que aprovecharán toda la fibra que aportan. Las frutas recién licuadas es otra opción estupenda. Las frutas con exceso de azúcar se tomarán si el médico está de acuerdo con ello. Por ejemplo, las uvas por su valor antioxidante y el  plátano por su aporte en potasio, son excelentes, pero en caso de tener diabetes no se deben tomar.

9)      Deberán beber litro y medio de agua al día. Si les cuesta, se puede poner en el vaso unas gotitas de limón o de naranja para que les resulte más agradable.

 

queso fresco con membrillo

10)   Tomarán leche, queso, yogures, aceite de oliva, pasta, arroz, pescados, carnes, dos o tres huevos a la semana y , si no hay ningún problema físico que lo desaconsejen, los postres dulces caseros dos o tres veces en semana. Se suele dar que las personas según se van haciendo mayores, se vuelven más golosas y parece ser que les gusta la comida más sabrosa, quizá para compensar un poco la falta de apetito y también porque las facultades gustativas van disminuyendo y necesitan reforzar el sabor, por lo que buscarán el salero, que habrá que esconder.

11)   El estreñimiento se corrige con la dieta rica en fibra, sobre todo si las verduras se toman enteras (no en puré), y las frutas, pero también conviene tomar pan de cereales y en último caso se recurrirá a algún preparado de fibra, siempre bajo la prescripción del médico.

puré de calabaza

 

 

12)   Finalmente, los ancianos, es decir ya muy superados los 65 años, deberán ser alentados y acompañados a pasear. Habrá que evitar temperaturas extremas, tanto del frío, como de calor.

Lo cierto es que cada día que pasa, y ya en el siglo XXI, la vida se alarga con mucha facilidad hasta los noventa años y establecer la tercera edad a los 65 años, a veces es casi irrisorio. A esa edad la mayoría de hombres y mujeres gozan de una buena salud y el aspecto físico es excelente, debido a que se cuidan mucho y  se visten de una manera juvenil; este talante tan positivo se refleja en todo. Es muy importante mantenerse activo   y divertido ante el paso de los años y de los pequeños achaques que conllevan. Hay personas mayores muy jóvenes por su espíritu. Influye muchísimo el optimismo y el buen ánimo, incluso para evitar enfermedades y sí se tienen para superarlas.  Así que la tercera edad, como en todas las edades, hay que hacer una combinación de cuidados físicos, psicológicos y emocionales. Mens sana, corpore sano.

               

 

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