Jengibre:

De origen asiático, fueron los fenicios los que se encargaron de introducirla en la cocina de Egipto Grecia y Roma. Es una especia muy utilizada en la cocina medieval y Apicio, la nombra mucho en su recetario.

Se le atribuyen propiedades estimulantes de la digestión, antisépticas y afrodisiacas.

Se vende fresco, en polvo e incluso en almíbar.

Su perfume es idóneo para aves (pollo y pavo), guisos de carne , verduras así como para masas de bollos, galletas y bizcochos de tartas.

Es ingrediente de algunos curry.

Su aspecto en fresco es como una raíz con pequeños brazos.

Se conserva en un envase cerrado en el frigorífico si se utiliza mucho, sino será preferible congelarlo porque de lo contrario se acabará secando.