- Calienta el aceite en una sartén pequeña con la piel de una naranja.
- Deja enfriar el aceite y retira la piel de naranja.
- Agrega el vino, la harina poco a poco y remueve con espátula hasta que puedas y después pasa a una superficie lisa espolvoreada con harina y sigue añadiendo harina hasta que se obtenga una masa suave y que no se pegue a las manos.
- Deja reposar una hora.
- Estira con el rodillo y haz unas tiras rectangulares de tres centímetros de ancho por seis de largo.
- Calienta abundante aceite y fríe los pestiños. Escúrrelos sobre papel absorbente de cocina.
- Mezcla en un cacito la miel con cuatro cucharadas de agua.
- Cuece a fuego medio durante diez minutos.
- Coloca la rejilla del horno con la bandeja debajo.
- Pasa los pestiños por la miel cocida y con una pinzas y con suavidad sácalos y ponlos encima de la rejilla.
- Si quieres espolvorea con azúcar glas, cuando la miel esté fría.
- Colócalos sobre una fuente con papel de blonda.
Es una de las masas fritas dulces más tradicionales de la dulcería española.