- Elige cuatro recipientes redondos tipo cocotte de un tamaño individual. Úntalos con mantequilla tanto en el fondo como las paredes. Resérvalos.
- Pela los langostinos y las gambas.
- En una sartén pequeña vierte el aceite de oliva y todas las cáscaras de los mariscos.
- Pon a calentar a fuego suave y aprieta bien las cabezas con una cuchara de madera.
- Mantén la cocción hasta que las cáscaras se doren ligeramente. Cuela este aceite presionando bien y pásalo a otra sartén más amplia.
- Pica la cebolla en trocitos muy pequeños sofríelos a fuego muy suave en el aceite de mariscos, sazonándola con sal.
- Cuando la cebolla esté muy suave agrega la cucharada de harina y mezcla bien. Vierte poco a poco la leche sin dejar de remover y cuece durante quince minutos hasta que la salsa espese.Añade la salsa de tomate y mezcla bien.
- Haz a la plancha el pescado blanco que estará limpio de espinas. Desmenúzalo y elimina cualquier resto de piel.
- Haz también a la plancha y a fuego vivo los langostinos y las gambas peladas. Sazona con sal.
- Corta los langostinos en dos o tres trozos según el tamaño y las gambas déjalas enteras.
- En el fondo de cada cocotte pon una cucharada de salsa.
- Distribuye entre las cuatro cocottes el pescado y los mariscos. Agrega más salsa mezclándola con los ingredientes moviéndolos con un tenedor.
- Precalienta el horno a 200ºC y coloca la bandeja en el centro del mismo.
- Bate la clara de huevo a punto de nieve muy duro añadiendo una pizca de sal. Rellena las cuatro cocottes y mételas en el horno.
- Cuando la clara haya subido y esté dorada, sírve rápidamente.
Las cocottes son unos recipientes de paredes altas, de diferentes tamaños y que suelen ser siempre de cerámica resistente al calor y que se sacan siempre a la mesa directamente desde el horno.
Es una receta muy adecuada para aprovechar trozos de pescado que hayan podido sobrar. Tendrá que ser pescado blanco que hayas hecho al horno o rebozado. En este caso deberás quitar todo el rebozado. Si no quieres comprar marisco lo puedes sustituir por palitos de cangrejo o incluso bonito o atún en aceite de oliva.
Las cocottes las rellenarás hasta la mitad y luego las cubres con la clara batida a punto de nieve dejando un centímetro libre, ya que al hornearse ésta sube mucho y se puede salir. En vez de cebolla puedes poner la parte blanca del puerro muy picadita.