- En una sartén muy honda y antiadherente pon el aceite, la cebolla muy picadita y sal.
- Sofríe a fuego muy suave hasta que la cebolla esté muy pochada evitando que se queme.
- Agrega la zanahoria y el apio y sofríe otros quince minutos.
- Añade la carne y mezcla bien y sofríe hasta que la carne haya blanqueado.
- Vuelve a sazonar con sal y vierte el vino.
- Cuando el vino se haya evaporado , vierte la leche y espolvorea con la nuez moscada.
- Finalmente agrega los tomates pera en conserva, cortados en trozos grandes y con dos cucharadas de su jugo.
- Mezcla bien y mantén la cocción muy suave hasta que la salsa quede espesa .
- Comprueba el punto de sal.
Cuando la salsa ya esté hecha, o casi, cuece la pasta.
- En un puchero alto vierte tres litros de agua, y agrega la sal y el aceite.
- Pon a cocer a fuego vivo y cuando rompa el hervor coloca de pie la pasta apoyándola en la paredes.
- Se bajará sola a medida que se vaya cociendo la parte sumergida en el agua.
- Remueve una vez cuando ya esté toda la pasta sumergida y el hervor se haya recuperado.
- A partir de este momento el tiempo de cocción será de 7 minutos, aunque dependerá del tipo de pasta tardará más o menos. Si es pasta fresca, en cuatro minutos estará.
- Escúrrela muy bien y ponla en una fuente para servir.
- Puedes poner la salsa boloñesa mezclada o bien servirla aparte muy caliente.
(*) Se agrega leche para darle cremosidad a la salsa, pero tampoco es imprescindible.
Esta salsa la puedes utilizar para cualquier tipo de pasta no rellena.
Antes de añadir los tomates a la sartén espolvoréalos con una cucharada de azúcar, para que la salsa no resulte muy ácida.
Cuando agregues la salsa boloñesa a la pasta elegida, añade una cucharada de mantequilla y queso rallado.