- Pon la coliflor hacia abajo, y quita primero todas las hojas exteriores, y después corta los ramitos justo por el tallo adherido al tronco central.
- Lava con agua fría los ramitos y cuécelos con agua , sal y un chorrito de leche.
- Conviene que pongas los troncos apoyados en el fondo de la cazuela y que el agua los cubra dos terceras partes.
- Estarán cocidos cuando los troncos estén tiernos.
- Una vez cocidos sácalos con una espumadera a un escurreverduras.