No tiene ningún misterio este bocadillo pero ha formado parte de las meriendas de muchos españoles durante muchas generaciones.
Este mismo bocadillo, untando las dos partes del pan con la mantequilla y el azúcar, se acompaña con café con leche o con leche y colacao (o cacao en polvo).
La elaboración es simplemente elegir un buen pan crujiente, la cantidad que se quiera, se abre por la mitad, se unta con mantequilla y se espolvorea con azúcar.
El pan también se puede tostar previamente a untarlo con mantequilla.